Confirmación

¿Qué es la Confirmación?

Junto con el Bautismo y la Comunión es el tercero de los sacramentos de la Iniciación cristiana. Una persona que habiendo sido bautizada no ha recibido la Confirmación o la Comunión, no está plenamente iniciada en la fe católica.

¿Qué se recibe?

Se recibe el Don del Espíritu Santo, con todos sus dones y carismas. Se participa en primera persona del acontecimiento que vivieron los apóstoles y la Virgen María en Pentecostés. El que recibe este sacramento adquiere la energía del Espíritu de Dios para afrontar las dificultades cotidianas y se capacita para hacerse testigo de Dios-Amor en medio del mundo.

¿Cómo se realiza este sacramento?

Sólo el Obispo o sus Vicarios pueden administrarlo. Es algo muy especial. Sólo se recibe una vez en la vida y consagra al alma de un modo particular. El Obispo reza sobre el confirmando pidiendo la fuerza del Espíritu Santo y le unge con el Santo Crisma. El confirmado queda más íntimamente unido a la Trinidad: reafirmando más en su fe, configurándose más a Cristo y le lleva a ser más plenamente santo y libre.

¿Qué capacidades tiene un Confirmado?

Por derecho canónico, un Confirmado puede ser padrino/madrina en un bautismo y puede casarse por la Iglesia Católica. En diócesis de Madrid, actualmente se está haciendo excepciones admitiendo a personas no-confirmadas al Matrimonio y como padrinos en los bautismos. Pero estas excepciones son algo irregular dentro de la práctica habitual de la Iglesia universal y puede cambiar en cualquier momento. Por eso, conviene que todos los bautizados estén confirmados, plenamente iniciados en los misterios de la fe, y capacitados en todos sus derechos como católicos.

¿Qué tengo que hacer para recibir el Sacramento de la Confirmación?

Da igual la edad que tengas. Lo único que se te pide es que estés Bautizado en la Iglesia Católica. Sólo tienes que solicitarlo a alguno de los sacerdotes de la parroquia y ellos te dirán las posibilidades y te ofrecerán un plan personalizado para ti. Así de sencillo.